Quisiera ser la mujer de tus sueños,
llegar a ti con cálidas promesas.
Quisiera ser la mujer de tus sueños
y sentirme morir cuando me besas.
...Y sentirme morir cuando me besas
y diluirme en lo dulce de tu aliento;
darte mi corazón, cuando regresas,
y abrirme al estrellado firmamento.
...Y abrirme al estrellado firmamento;
volar, ¡volar contigo hacia otra esfera!,
como paloma ungida por el viento
para ofrecerte, amor, mi vida entera.
...Para ofrecerte, amor, mi vida entera
adentrémonos pronto en la espesura,
hagamos del invierno primavera,
suprema claridad la noche oscura.
...Suprema claridad la noche oscura;
que la luna nos sorprenda abrazados,
fundidos piel con piel, ¡oh gran ventura!,
tus labios de mis labios amarrados.
Tus labios de mis labios amarrados,
dejándonos llevar, en un suspiro,
hacia el edén de los enamorados
y, allí, morir de amor mientras deliro.
Y, allí, morir de amor mientras deliro
bañada por el agua de tu fuente,
en tanto que en tus ojos yo me miro
y me dejo arrastrar por tu corriente.
Si por amarte fuera condenada....
¡que pongan penitencia a mi pecado!
Pues prefiero vivir atormentada
que, libre de pecar, no haberte amado.
1 comentario:
Amiga Náyade; tienes unos sueños extraños pero extraños y todo, son para pensarlo y apuntarse.
Amiga, gracias por traernos esos sueños tan hermosos,
Un abrazo. Jecego.
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