A TODOS, a vosotros,
los silenciosos seres de la noche
que tomaron mi mano en las tinieblas, a vosotros,
lámparas
de la luz inmortal, líneas de estrella,
pan de las vidas, hermanos secretos,
a todos, a vosotros,
digo: no hay gracias,
nada podrá llenar las copas
de la pureza,
nada puede
contener todo el sol en las banderas
de la primavera invencible,
como vuestras calladas dignidades.
Solamente
pienso
que he sido tal vez digno de tanta
sencillez, de flor tan pura,
que tal vez soy vosotros, eso mismo,
esa miga de tierra, harina y canto,
ese amasijo natural que sabe
de dónde sale y dónde pertenece.
No soy una campana de tan lejos,
ni un cristal enterrado tan profundo
que tú no puedas descifrar, soy sólo
pueblo, puerta escondida, pan oscuro,
y cuando me recibes, te recibes
a ti mismo, a ese huésped
tantas veces golpeado
y tantas veces
renacido.
A todo, a todos,
a cuantos no conozco, a cuantos nunca
oyeron este nombre, a los que viven
a lo largo de nuestros largos ríos,
al pie de los volcanes, a la sombra
sulfúrica del cobre, a pescadores y labriegos,
a indios azules en la orilla
de lagos centelleantes como vidrios,
al zapatero que a esta hora interroga
clavando el cuero con antiguas manos,
a ti, al que sin saberlo me ha esperado,
yo pertenezco y reconozco y canto.
5 comentarios:
Y que decir de Neruda, cuando el habla se callan las palabras...
"Solamente pienso que he sido tal vez digno de tanta sencillez, de flor tan pura",
Un beso y feliz semana
Sensibilidad, en Neruda,un gran maestro...
Un beso
Hermoso poema, donde la emoción navega por mares, ríos y montañas abriendo la puerta de nuevos amanaceres que traspasan la penumbra, de una gran sensibilidad.
Gracias
Amiga Náyade, precioso poema. Te felicito por compartir.
Un abrazo.
Jecego.
Que bonito poema,me ha encantado tu blog te llevo a mis caricias.Felicitaciones y por su puesto que voto.
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