en el día del fallecimiento de su padre.
Cuando yo me vaya, déjenme ir…
Tengo muchas cosas que hacer y ver.
No se aten a mi por sus lagrimas.
Por los hermosos años que vivimos juntos, demos gracias a Dios
Yo les di mi amor,
Ustedes recuerden la alegría que me dieron
Les doy gracias a cada uno de ustedes
Por el cariño que me brindaron,pero ahora tengo que viajar solo
Si necesitan llorar, lloren pero
Dejen que su fe en Dios conforte su pena;
Solo nos separaremos un tiempo,
Mantengan mi recuerdo en sus corazones.
La vida sigue adelante. No estaré lejos
Si me necesitan, piensen en mí,
Aunque no me miren, ni me puedan tocar,
Estaré entre ustedes y sentirán mi calor
De mi amor en sus corazones.
Cuando ustedes les toque viajar por este camino,
Yo los recibiré con una sonrisa y les diré
¡Bienvenidos!
3 comentarios:
Amiga Náyade:
Yo les dí mi amor, recuerden la alegría que me dieron.
Precioso y sensible poema.
Dejen que su fe en Dios conforte su pena.
Amiga, un abrazo.
Jecego.
Hola Náyade, un gusto estar aquí. "Déjenme ir", siento que es muy lúcido lo que escribes, esa es la forma de decirles hasta siempre a nuestros seres amados, dejándolos ir, sin aferrarse, sin apego, con libertad y desprendimiento... que, como bien expresas, las huellas que dejaron, las que dejamos en ellos... son imperecederas.
Gracias por asomarte por mi blog, te dejo un saludo fraterno desde el confín austral!
Hola, Náyade:
Tienes un blog muy bonito.Te felicito.
Te seguiré. Un abrazo. Nicole
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