Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
5 comentarios:
Hola Náyade, una poesia preciosa, estare atenta a esa puerta.
Besos.
¡Andá! ¿Entonces eras tú la que llambas ayer a la puerta, cuando fui corriendo a abrir, me tropecé, me di un trompazo de espanto, y al final no llegué a tiempo, porque cuando abrí la puerta ya no había nadie? ¡¡¡LO SIENTO!!! Pero me dejaste el aroma primoroso de las flores del jardín de tu corazón, una estela brillante que bajaba por las escaleras, una calidez que me envolvió y me hizo tiritar de frío al volver a entrar a casa, y una flor que se te debió caer de esa corona de hermosas flores y estrellas con que adornas tu cabeza... Y supe que eras tú...
Yo compartó música linda, pero tú compartes poemas que tocan esa fibra del corazón a la que pocos saben llegar...
Un beso, mi Náyade de aguas dulces... ¡¡¡Y gracias por compartir!!!
Gracias mi quedida Náyade de agua dulce... Porque no sabes la ilusión que me hace cuando voy a ver los comentarios que he recibido ver tu nombre entre ellos... Y ya sé que seguro has escrito algunas de esas reflexiones tuyas que tanto me ayudas y que apunto para no olvidar...
Eres espcial, mi hadita, única en tu especie (que hay muchas hadas de agua dulce, jeje), pero te destacas por la belleza de tu interior y por ese corazón que tanto amor guarda...
Y desde el mío de agradezco que comprendas, que seas y que estés... Y te prometo que yo haré igual, y esta vez para siempre...
Un beso y una flor para un finde maravilloso!!!
Amiga Náyade, ya te ha llegado otra primavera, me lo dicen tus letras, la armonía de tus versos y hasta la alegría que rebosa de ellos. Me permito decirte, que tu felicidad es la mía, que la recibo a traves de tus letras.
Un abrazo amiga, y gracias por escribir.
Jecego.
Precioso soneto de Gabriel Gracia Marquez. Buena elección
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