Son los ojos portadores de palabras
cuando miran a otros ojos en silencio,
descubren el flujo que llevan sus alas
poniendo palabras al pensamiento;
y expresan sin palabras sus deseos
de convertir en vida, el tiempo.
Y el tiempo se hace vida
en tan solo un momento,
porque se asoman a los ojos
las esencias de la vida;
destapando los secretos
que guardabas muy adentro,
convirtiendo en palabras
la soledad de sus secretos.
Cuando callan las palabras
y los ojos tienen que hablar,
hay un incendio en el alma
de los secretos por volar;
y salen al aire verdades
que nunca habían visto la luz,
que se sienten libres como palomas
surcando la luminosidad del aire.
Entonces se abre un mundo nuevo
a sus ojos entreabiertos,
en un espacio muy reducido
que solo ocupan, los dos:
desnudos de tiempo y de luz
donde solo hablan sus ojos.
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