Que siempre te sientas Amado
Que descubras la serenidad y tranquilidad
en un mundo imposible de entender.
No olvides que habrá seres cuyo amor y comprensión
siempre estarán contigo, aún cuando te sientas solo.
Que descubras suficiente bondad en otros
para creer en ese mundo de paz.
Que las palabras generosas, los abrazos y las sonrisas
sean tuyos todos los días de tu existencia en el cielo
Recuerda el sol
aun en medio de la tormenta.
Enseña amor a aquellos que odian,
y deja que ese amor te fortalezca.
Recuerda que aquellos seres cuyas vidas
has tocado y aquellos otros que han dejado su huella en ti,
siempre ocuparán un lugar especial en tu corazón.
No importa si el encuentro fue corto
y no lo que tu esperabas o deseabas.
Que encuentres tiempo cada día
para apreciar la belleza y el amor que te rodean.
Que de lo que careciste en el presente
puede ser tu fortaleza en el futuro.
La memoria viva de la cultura cántabra del siglo XX perdió ayer a uno de sus activos esenciales: Inquieto, erudito y sensible, a su condición y formación humanística y a su incansable actividad como trabajador de la cultura, sumó una apasionada querencia por la indagación histórica y la curiosidad intelectual.
Discreto, sencillo y con un especial tacto para asomarse al hombre, a culturas y lecturas diversas, 'Pity' (Torrelavega, 1919-2010) mostró un espíritu ávido de referentes literarios y creativos, se fundió con la nómina poética más relevante, de José Luis Hidalgo a José Hierro, dio cobijo en sus colecciones a Gerardo Diego y Blas de Otero y su entregada trayectoria de apoyo, activismo, gestión e iniciativa cultural vertebra una biografía fecunda en publicaciones, investigaciones y ediciones.
Su huella, de la posguerra hasta su muerte ayer, se traduce en innumerables acciones, entre labores de historiador, escritor, editor y cronista, que han contribuido a enriquecer el patrimonio cultural de la comunidad durante décadas. Su desaparición, como las recientes muertes del intelectual y profesor Pablo Beltrán de Heredia, la del publicista y escritor Eulalio Ferrer, o la de los pintores Julio de Pablo, Angel Medina y Esteban de la Foz, supone la pérdida de una figura capital a la hora de recorrer las claves culturales del siglo XX en la región.
Artífice de la irrepetible aventura poética, 'Peña Labra', considerada una de las 'revistas más hermosas del mundo hispánico', Pity Cantalapiedra, Cronista Oficial de Torrelavega, desarrolló una intensa y recordada actividad como director de la Fundación Santillana, dedicó sus páginas de estudio a su ciudad natal, a poetas como Hidalgo -con la aportación de dos libros esenciales-, a la Biblioteca Popular y a personajes que fueron clave en la vida cultural torrelaveguense.
Su singular aportación documental, entre la evocación, el dato y el recuerdo, plasmada en el libro 'Desde el borde de la memoria', supone un catálogo fundamental para recorrer y valorar los hitos de la cultura cántabra, desde la Escuela de Altamira a 'Proel', de Beltrán de Heredia a Hierro, de Manuel Arce a Mauro Muriedas, de Hidalgo a Eduardo Pisano, de Carlos Salomón a Julio Maruri, de Carlos Galán a Angel Sopeña, de Ricardo Gullón a Gabino Teira, Pedro Lorenzo y Alfredo Velarde, entre muchas otras personalidades.
La colección poética Cantalapiedra; la citada revista 'Peña Labra', que se extendió durante diecisiete años y sesenta y ocho números; y su actividad al frente de la Fundación Santillana por su variada, enriquecedora y cosmopolita programación (exposiciones como la serie 'Valles y Comarcas de Cantabria', o bien el Arte, el gótico, el románico, el religioso, el civil), configuran los ejes de mayor calado en su trayectoria, habitada por centenares de iniciativas, gestiones y apoyos a creadores y publicaciones.
Palabras de OctavioPaz
El poeta y Premio Nobel Octavio Paz le escribió una dedicatoria que rezaba: «A Aurelio Cantalapiedra, un nombre -y un hombre- digno de Santillana, en donde todo habla». Torrelaveguense Ilustre, Montañés del año, Magíster Senior Honoris Causa de Unate, Medalla de Oro de Torrelavega y Cronista Oficial fueron la distinciones que rubricaron en el tiempo su labor y entrega.
Con motivo de la entrega del reconocimiento a la 'Personalidad del Año en la Cultura-1998', homenaje que logró concitar a más de 300 personas de todos los ámbitos culturales, signos politicos e instituciones, se reconoció la «fecundidad creadora» de García Cantalapiedra. A través de esa sencillez de la que hizo escuela, el homenajeado García Cantalapiedra se definió como un «modesto obrero de la cultura, aprendiz por libre».
En otro acto público, el metódico, pulcro y minucioso editor y autor negó merecer el calificativo de historiador: «Exijo que se diga que no lo soy. El cronista es un aficionado a la historia como divertimento, un complemento anecdótico puntual de los historiadores. Nada más».
'En torno a Torrelavega', libro editado en 2004 por la Obra Social de Caja Cantabria que dedicó al editor fallecido una exposición documental sobre sus publicaciones y aportaciones; las 'Estampas de un tiempo pasado', de Bedia editores y 'Encuentro de José Hierro con Torrelavega', edición patrocinada por el Ayuntamiento, fueron algunas de sus últimas publicaciones.
En esta obra, a modo de inventario personal, con vocación de tono íntimo y en edición de autor, no venal, Pity evocaba la infancia, reflejada «en el azul de la mar, empujada por la inocencia de los años»; y la adolescencia, «a través de medios más duros que respondían a situaciones que así lo requerían»; y recorría trazos, huellas y caminos que le llevaron de Juan Ramón Jiménez a Altamira, de los poetas contemporáneos a múltiples colectivos culturales o institucionales, como un activo y fundamental testigo de la historia de las letras, movimientos poéticos y tertulias de la comunidad cántabra. Hace tres años recibía la Medalla de Oro de Torrelavega.
Nacido en una de las zonas más castizas de la ciudad, Aurelio García Cantalapiedra cursó estudios en las conocidas como Escuelas del Oeste (actual colegio Cervantes), donde conoció al que sería su buen amigo José Luis Hidalgo, hasta la temprana muerte de éste. En 1941 entró a trabajar como empleado de administración de Sniace, cobrando un sueldo de 160,87 pesetas y, en 1945 contrajo matrimonio con Rosa Soto. Con intensas inquietudes literarias, pronto se vinculó a personalidades de la cultura y empezó a saciar sus ansias de lectura en los anaqueles de la Biblioteca Popular. Muy joven anudó con Hidalgo una amistad que solamente se rompería con el prematuro fallecimiento de éste. En los locales de la FUE, al inicio de esa guerra que «no era la nuestra», según dijo Pity, conoció a Pepe Hierro. Su admiración le llevó a reunir el más completo archivo que haya sobre su persona y obra.
Con la llegada de las tropas franquistas a Torrelavega, Pity, que al parecer había colaborado con movimientos 'de izquierdas', se refugia primero en Suances, y luego en la casa de unos amigos de Santander. Antes permanecerá en la cárcel durante dos semanas y, más tarde, movilizada su quinta, lo envían a Vitoria. Pity se incorpora a distintos frentes: Madrid, Ebro, Extremadura, hasta que, en 1940, le declaran inútil para el servicio por enfermedad. Trabajó en Sniace para sacar adelante a su familia, Rosita y sus cuatro hijos, sin descuidar su entrega a ese mundo literario que le apasionaba. Se hizo amigo de los poetas de 'Proel' y con ellos participaba de todas sus inquietudes.
En el año 1971 emprendió el proyecto de la revista poética 'Peña Labra' que sobrevivió hasta 1989. Fue calificada como «la revista más bella del mundo hispánico». Hay números dobles monográficos dedicados a Alberti, Lorca, Hierro, Aleixandre o 'Proel' que resultan inencontrables y son una referencia de culto. Sorprendía con sus facsímiles de rara perfección y difundió buena parte de los fondos de la Casona de Tudanca.Su primer libro, 'Cuatro amigos', se publicó en 1969. Pero mucho antes, en 1951, fruto de una tertulia con Hierro y Fernández Corujedo, nació la colección 'Tito Hombre'. Hasta diecinueve títulos ven la luz, con algunos autores tan notables como Diego, Carlos Salomón, Leopoldo de Luis, Hierro, Rodríguez Alcalde... En el recuerdo queda la carpeta 'Cuaderno de la Magdalena', los pliegos a Octavio Paz, la edición especial de 'Los animales', de Hidalgo, o la 'Antología' de Julio Maruri. Su tarea constante se tradujo en una infatigable y minuciosa dedicación. Libros, manuscritos, fotografías, recortes de prensa, cuadros... reflejan su trabajo sin tregua en favor de la cultura.
3 comentarios:
Amiga Náyade, triste acontecimiento la muerte de tu tio Aurelio García Cantalapiedra, porque con él se fué una figura ilustre de nuestra cultura.
Recuerdo la enciclopedia Santillana, sucesora de la Rodriguez.
El espacio vacío que deja un sabio no lo puede ocupar otro hombre sin que se note la diferencia.
Amiga, resignación y fuerzas, porque la vida nos ofrece muchos momentos como éste.
Tu amigo
Isidro Jesús.
Muchas Gracias Náyade por este rincón de recuerdo a tu tío y a mi Abuelo.
Soy Pablo el hijo de Nacho.
Un abrazo muy fuerte
Amigo Pablo, siento lo te tu abuelo, y aunque no te conozco, solo el saberte familiar de Náyade, eres para mí una prolongción de mi afecto por ella.
Una gran señora, un trozo de catabria, y una enamorada de su familia, de su tierra y de este rincón que le acoge.
Un abrazo, la vida sigue, aunque le falte tan importante "órgano".
Isidro Jesús.
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