El poeta observaba a sus poemas
que como hijas a él lo miran.
Las ve frágiles e indefensas,
fácil presa de odios y desdichas.
Como león rugiente se levanta,
elevando su pendón entre pueblos.
El poeta acerca sus poemas a su pecho,
y con ellas se queda navegando entre los tiempos.
Pero ya han nacido de sus sentimientos,
no puede retenerlas más entre sus miedos;
deben vivir y crecer entre los muchos,
que contemplarán sus ojos y sus cuerpos.
El escritor las quiere llenar,
con su pequeña sabiduría,
que aprendió de los golpes,
muy acertados de la vida.
Las repleta de consejos y armadura,
enseñándoles a usar la ágil espada,
de la madura palabra,
y las adorna con hermosura.
Y ellas, se van alejando de sus brazos,
algunas siguen juntas, otras siguen solitarias,
en los distintos rumbos que le han tocado;
él, siempre las recibe, con abrazo gozoso.
Recibiéndolas, con ellas conversa:
¿Cómo has estado mi escrita poesía?
- Bien, he hecho nacer una sonrisa.
El poeta, contesta con una lágrima.
A otra el poeta le dice:
¿Cómo has estado tú, poesía protestante?
- Bien, le di fuerza a unos buenos hombres.
El poeta, orgulloso, la besa en la mejilla.
Llegando, otra en lloro, dice:
- Me han golpeado, despreciado y dicho fea.
El poeta: - Se lo que sientes mi bella.
Y la abriga entre sus brazos de padre.
Y el poeta llora, ríe y se goza,
con sus poesías, su vida, y las masas,
que él contempla con ojos de águila,
entre valles, ciudades y montañas.
que como hijas a él lo miran.
Las ve frágiles e indefensas,
fácil presa de odios y desdichas.
Como león rugiente se levanta,
elevando su pendón entre pueblos.
El poeta acerca sus poemas a su pecho,
y con ellas se queda navegando entre los tiempos.
Pero ya han nacido de sus sentimientos,
no puede retenerlas más entre sus miedos;
deben vivir y crecer entre los muchos,
que contemplarán sus ojos y sus cuerpos.
El escritor las quiere llenar,
con su pequeña sabiduría,
que aprendió de los golpes,
muy acertados de la vida.
Las repleta de consejos y armadura,
enseñándoles a usar la ágil espada,
de la madura palabra,
y las adorna con hermosura.
Y ellas, se van alejando de sus brazos,
algunas siguen juntas, otras siguen solitarias,
en los distintos rumbos que le han tocado;
él, siempre las recibe, con abrazo gozoso.
Recibiéndolas, con ellas conversa:
¿Cómo has estado mi escrita poesía?
- Bien, he hecho nacer una sonrisa.
El poeta, contesta con una lágrima.
A otra el poeta le dice:
¿Cómo has estado tú, poesía protestante?
- Bien, le di fuerza a unos buenos hombres.
El poeta, orgulloso, la besa en la mejilla.
Llegando, otra en lloro, dice:
- Me han golpeado, despreciado y dicho fea.
El poeta: - Se lo que sientes mi bella.
Y la abriga entre sus brazos de padre.
Y el poeta llora, ríe y se goza,
con sus poesías, su vida, y las masas,
que él contempla con ojos de águila,
entre valles, ciudades y montañas.
7 comentarios:
Autor desconocido, me ha gustado tu poesía, porque en sí, el autor: vive, llora y gosa con sus hijas; las poesías, ylas abraza cuando salen por el mundo como el aire a regalar su oxigeno, dar vida y hacer sonreír. Aunque muchas veces no lo consigue, pero el solo intentarlo es poesía.
Un abrazo campeona.
Una poesía preciosa Náyade.
Besos.
Que bonita la poesia amiga, me gustó mucho, quiero tomarme la libertad de poner este poema en el blog de un amigo...creo que le gustará y espero no te importe jejeje.....Besos Nayade
Vengo mansa y cariñosa a anunciarte que tienes dos hermosos regalos esperándote en mi blog, en la entrada: “¡¡¡SORPRESA DE FIN DE SEMANA”. Te pido que vayas a esa entrada porque en ella hay un mensaje para todos vosotros, los que me seguís…
¡¡¡ENHORABUENA Y GRACIAS POR TODO!!!
hola nayade, muy emotivo el escrito ke hoy nos ofreces, asi es todos nuestros pekeños o grandes logros como poetas, los recibimos atraves de esas, criticas a las poesias ke regalamos, con el simple placer, de hacer, disfrutar ala gente ke gusta leer, ellos son los ke juzgan ellos son los ke hieren o alagan nuestros escritos, ke en verdad son como nuestras hijas porke nacen de nosotros de nuestro interior, de nuestro corazon, gracias por compartir con nosotros, tan lindo escrito, un abrazo y bendiciones con amor....luz estrella
Te juro que, a medida que voy leyendo, me voy derramando en la silla de ordenador en la que estoy sentada... ¡¡¡Qué delicia, qué deleite!!! Lo escribas tú o no lo escribas, siempre dejas un toque tuyo en todas las palabras que tocas con tu pluma cargada de sentimientos, y por eso, distingo a la legua el sutil perfume que emana de cualquiera de los escritos que hayan salido de tu pluma dorada que un día te prestó tu alma...
¿Cómo iba a perderme el gustazo de poner un texto de mi Náyade querida en mi blog? ¡¡¡Ni jarta grifa!!! Lo habrás sacado de la web, pero ha pasado por tus manos, y eso ya lo ha convertido en un texto especial, brillante, maravilloso... Y era tu nombre el que debía firmarlo, no el mío, que me limité a cortar y pegar y poner una foto aquí y allá y un vídeo para darle color...
No, mi niña, no me vas a quitar el placer de tener un trocito de ti un poquito más cerca de mí... ¡Era mi sueño, y me has permitido hacerlo realidad!
Gracias, Diosa de las palabras hermosas...
Náyade, ¿donde estás?
Tu blog está triste
yo tambien lo estoy,
tus amigos, nosotros, todos,
los que te leemos cada día,
notamos la ausencia en el blog
de Náyade, rincón de la poesía.
Un ejercito de ojos te buscamos,
¿donde estás?
Alegranos con tu presencia
tu ausencia nos va mal.
Un saludo cariñoso de tus amigos.
Jecego.
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