Poesía es hablar con el corazón en la mano,
Amanecer - Paco Benitez Aguilar
Acabo de parir la madrugada
de una jornada más de mi existencia
con la certeza puesta en la presencia
del Dios de todo lo creado
en cada gesto, en cada acción,
en cada sensación de mi conciencia.
No hablo de religión, no hablo de nada.
Ése Dios que me guía no es sólo mío
pero sigue mis pasos, lo presiento.
Está en todas las cosas que admiro,
añoro y amo, en las flores, los ríos,
las luces y las sombras, el ser humano,
en las penas que tengo, en sucesivos sueños,
en la lucha diaria, en los anhelos.
Se tuercen los caminos y ahí está.
Se ven los horizontes y se revela
su luz en lontananza.
Dios, -o como quiera que se llame-
dibuja mi destino a su libre albedrío
y me dejo llevar por la fortuna
de no sentirme solo ni un instante
siguiendo paso a paso,
a pesar de las piedras del camino,
esa línea invisible marcada de antemano
tan llena de esperanza.
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3 comentarios:
Es un poema muy lindo un beso y buenas noches.
Si es un poema bellísimo!!! te dejo un gran beso!
Los versos desnudan al autor
y ponen acentos a la vida...
Un abrazo
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