¡ Quiero transportarme
al reino de lo infinito,
en una gota de agua ¡
Fundirme
con su cristalina humedad.
Ser parte del mar.
Ser bruma,
y subir,
ser nube,
y volar.
Precipitarme en la selva,
bañarme en hojas,
filtrarme en la tierra,
ser acuífero silencioso.
Brotar con suavidad
en manantial,
en fuente y en río,
serpentear el cauce,
torrencial.
Estallar al vacío
del precipicio,
trepidante cabellera de agua,
iones exaltados.
Desgastar la dura roca
en partículas suspendidas,
llevármelas conmigo
después del largo salto.
Rápidos y remolinos,
que me salpiquen alto,
frenando mi frenético brío.
Oxigenarme...
con perlas traslucidas,
revoltosas y caóticas,
burbujas carbónicas
de aire y luz.
Regalar mis apegos al río,
decantar mi esencia,
fuera miedo y fuera frío.
Sosegarme, pararme,
beber mi calma
en un remanso.
Placido meandro,
espejo de nubes,
merecido descanso de río.
Llegar al océano,
sereno,
sin miedo a la entrega
de mi dulzor.
Dejar al delta hacer su labor,
metamorfosis de sabor,
de densidad,
otra vez,
de río a mar.
Bienvenida espumosa de las olas.
De las olas,
de las olas.....
Holas de las olas.
Rendirme al fondo,
mecido por mi inercia,
vueltas ralentizadas,
sentirme en paz.
En casa.......
Cristalina humedad,
calidez salina,
caer al fondo,
valiente,
indiferente......
nada termina.
Hasta que un guiño de rayos,
azulados,
confusos y desinteresados,
me despierten de nuevo
a ser bruma,
y subir.
A ser nube,
y volar......
Cristalina humedad,
infinita verdad.
siendo gota,
ser .... mar.
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