¿Agua viva del mar!
¡Agua inquieta del mar!
¡Las poesías que inspiras
En tu eterno rodar!
Los mil ojos del agua
¡Cuantas cosas verán!
Las mil bocas del agua
¡Cuántas cosas dirán!
Viejo espejo de estrellas,
Gruñidor, fiero mar
Que por siempre a la tierra
Como un can lamerás:
Al rozarme los brazos,
Al saltarme a la boca,
Tu agua siéntese dueña
De la carne que toca.
¿De qué barco andariego
Bajaré para ti?
En la noche de bodas,
¿Que tendrás para mí?
¡Oh novia a la que el novio
Mecerá como un aya
Para luego acostarla
Ya dormida en la playa!
¡Novia predestinada
Que ha de hacerse un collar.
Con los hilos de luna
Que ondulan sobre el mar!
¡Novia a la que el amante
Carnal no tendrá más
Que un momento impreciso,
Que un instante fugaz!
Cuando envuelves los cuerpos,
Cuando rozas las bocas,
Mar: ¿te sientes ya el dueño
De la carne que tocas?
1 comentario:
Amiga, así es el mar, con la carne que toca.
Creo que esta ficción, es muy paraecida a la realidad.
Le has dado un nuevo formato a tu blog, que lo ha enriquecido.
Ahora mismo estoy oyendo música a la vez que leyendo.
Precioso.
Jecego.
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