Hay sentimientos que mueren,
percepciones que se mudan,
y verdades que desnudan
viejos pesares que hieren.
Hay mentiras que se escudan
en la bondad inherente,
y nos resulta evidente
que se enquistan y se anudan.
La realidad aparente
es el dogma de la vida,
es la ingenuidad fingida
que se adueña del presente.
Con la edad no es diferente,
se mira desde otra altura,
y a pesar de la cordura
no existe quien no se asombre,
pues la necedad del hombre
ni con los años se cura.
2 comentarios:
Es precioso.
Hay sentimientos que mueren pero con la edad siempre perduran...
Un besito Rosa
Amiga Náyade;
ese poema dice
de la vida mucha verdad,
y no es casualidad
que alguien así lo escriba;
pues yo por mi longevidad
puedo suscribirla.
Me gustó mucho. Un abrazo.
Jecego, 80 años.
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