Esta noche al oído me has dicho dos palabras comunes.
Dos palabras cansadas de ser dichas.
Palabras que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas se detuvo en mi boca.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas se detuvo en mi boca.
Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
?Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!?
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
?Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!?
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
2 comentarios:
Hola Náyade, nunca se dice tanto con tan pocas palabras.
Besos.
Igual que Emy te digo:
Son dos palabras, que lo dicen todo, lo entregan todo y todo lo regalan. Porque el amor es la palabra más grande de la tierra.
Un abrazo amiga.
Jecego.
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