Con voz inquebrantable luchando
por la igualdad entre hombres y mujeres,
trabajamos pidiendo justicia a los hombres
derramando sudor y lagrimas por el mundo.
Pedimos con una sola voz, justicia a nuestros hijos,
nosotras sembramos amor por toda la Tierra,
y queremos una cosecha a la medida de nuestra siembra
que arraigue en todos los corazones y se hagan uno.
Que se oiga una sola voz consolidada en el tiempo
que abra los ojos a los hombres, que vean,
que una mujer es algo más que una rosa
que es su madre también;
que el presente y el futuro
no existiría sin la mujer.
Queremos abrir los ojos al mundo
sembrando nuestra propia semilla,
trabajo, amor, igualdad y justicia,
además de madre también.
Poesía es hablar con el corazón en la mano,
Un siglo de lucha - Jecego
Dedicado a todas las mujeres en el día Internacional de la Mujer y en especial a las mujeres de mi querido Valle de Güímar.
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