Ayer fuiste mi imagen, carne de mi carne,
con tacto de roca, imagen de hombre,
hoy, hoy flotas en mi memoria errante
con la sublime presencia de un ángel,
perdiste tu caduca forma física
y adquiriste la forma gaseosa de un ángel
con tacto sin consistencia de masa
y la ilusión serena de eternizarte.
Los ángeles son el espiritu de nuestras gentes
como el pecado temor del cristiano,
la vida, es el límite del sueño que nos mueve
y llevamos en la carcel de nuestro cuerpo;
los ángeles son siempre nuestros guardianes
vayamos donde vayamos, como nuestra sombra,
porque no tienen morada ni planes
su cuerpo es nuestro cuerpo y se prolongan.
La vida se acaba como todo
por mucha ciencia que la ampare,
solo queda la memoria en otros seres
tan intocable como los ángeles;
de los hombres en la tierra no queda carne,
solo su memoria en el aire.
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