
Nació como nacen las flores una tarde en primavera,
El destino jugó sus cartas y decidió que fuera ella,
Soñaba desde niña con llegar a ser princesa.
Un otoño acabó su vida olvidada bajo tierra.
Mujer que se fue joven, de este mundo de miserias,
Tenía ganas de seguir recorriendo su camino,
Era fuerte y decidida, alegre e incomprendida,
Pero él, prefirió verla muerta que aceptar su despedida.
Un discurso en un velorio, unas lágrimas de pena,
Un segundo en la retina, en una página su esquela,
En la tele su desgracia, una más que olvidarán,
Otro número que engrosa una lista sin final.
Otro macho que asesina a luz del medio día,
Otra flor que arrebatan del jardín de las delicias,
Todo por ser mujer, por ser hombre no lo es,
Todo por ser mujer, todo por ser mujer.
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