SALMACIS

Que sea tu cuerpo mi cálida morada
Y tu piel clara el lienzo en que dibuje
Sea tu ser mi deidad idolatrada
y el ardor de tu mirada a mí me embruje.

Sean tus manos el paraguas de mi llanto,
Tus caricias el remedio a mi dolor;
Tu bello nombre,al que adoro tanto,
Sea un sinónimo exquisito del amor.

Sean tus labios el maná que me nutra
Y tu aroma inverosímil mi flogisto
Y tu suave,delicada y bella fruta
La gran prueba ,irrefutable, de que existo.

Noche bella,que tu vida sea la mía
Tus luceros sean lunares en mi cuerpo
Y tus lunas las fehacientes profecías
que eternicen nuestro amor,venciendo al tiempo.

Niña mía,que seamos uno mismo;
que sea tu cuerpo mi órgano vital
Para amarte sin faltar a mi egoísmo,
Para hacer de nuestra historia algo inmortal.

Niña mía
Que tu vida sea la mía
Y este idilio una gloria sin final...